La Zamba
Quizá la más importante forma musical argentina es la zamba. Una forma lenta, casi siempre en tonalidad menor, que pone el énfasis en la melodía sin renunciar al ritmo, y que ha tenido multitud de intérpretes, entre los que destacaremos la enorme personalidad de Jorge Cafrune, que dota a la zamba de una profundidad inigualable. La siguiente zamba habla de Balderrama, un boliche emblémático de la ciudad de Salta en el que cantaron muchos de los grandes intérpretes del folclore argentino.
La Milonga
La milonga canta pensamientos hondos en forma arromanzada y con un acompañamiento en tonos menores, lento, pero con un ritmo arpegiado muy marcado.
El maestro indiscutible de la milonga fue Atahualpa Yupanqui, en el que se daban cita varias características peculiares, que podrán apreciarse en el video seleccionado. La primera es su formación clásica: observen cómo sujeta la guitarra, una postura atípica en la música tradicional. Atahualpa estidió obras clásicas transcritas a la guitarra. Y eso se nota. Quizá su guitarra no tiene la fuerza interpretativa de un Jorge Cafrune pero sus arreglos tienen una riqueza que proviene de esa formación clásica. La segunda es que Atahualpa era zurdo. Hay dos tipos de guitarristas zurdos, los que cambian las cuerdas y los que no. Atahualpa era de los primeros, así que el resultado es una instrumentación “espejo” de la habitual. Personalmente me fascinan los zurdos que no cambian las cuerdas, de los que hablaré otro día si encuentro material suficiente.
La siguiente milonga se la he oído a Jorge Cafrune, pero no la he encontrado en youtube sino por los Olimareños, en un curioso ensamblaje de varias actuaciones. Cuando la oí me impresionó porque no cae en lo panfletario, cosa casi imposible tratando del tema que trata. Va a los sentimientos, a la pérdida, a lo personal.
La Chacarera
La chacarera es una especie de zamba acelerada, con el ritmo más marcado –diríamos que increíblemente marcado– y que canta en general temas más alegres que la primera y principalmente orientados al baile del mismo nombre. En muchos casos el tema de la chacarera es el “pago”, es decir, el lugar de nacimiento del cantor. Consta de tres partes con la misma estructura que son anunciadas al grito de “primera”, “segunda” y “tercera” y con una introducción de guitarra. Existe un curioso emparentamiento, que hace que uno se pueda sustituir por el otro, entre el ritmo de la chacarera y el de los tanguillos de Cádiz, como bien sabe mi amigo Borja.
La Canción
Jorge Cafrune murió con 40 años, al ser el caballo que montaba arrollado por una camioneta. Nunca estuvo claro si fue un accidente o hubo algo más. Aunque Cafrune no trataba habitualmente temas políticos, la “milonga del fusilado”, oída anteriormente, y la canción “el orejano”, que oiremos ahora, dan que pensar. López Rega dijo de él que era más peligroso con una guitarra que un ejército con armas.
Como “canción” se identifican los temas que no encajan en ninguna forma clásica tradicional. Normalmente se acompañan a la guitarra mediante arpegios, aunque en este caso se trata de un ritmo de vals. Yamila Cafrune interpreta aquí uno de los grandes éxitos de su padre.
Final, de nuevo la ¿chacarera?
Vamos a terminar, como en otras ocasiones, en tono de humor. Volvemos a traer aquí a un grupo que ha demostrado reiteradamente que sabe reinterpretar los modos clásicos de modo magistral. En 1977 presentaron esta chacarera “Si no fuera santiagueño”, que redefine la chacarera como una pieza de música coral. Cosas que sólo se le ocurren, cómo no, a Les Luthiers.
Les Luthiers. Si no fuera Santiagueño.