Tantas veces hablamos acá de la felicidad, tantas veces intentamos definirla, explicarla, encasillarla en palabras y nunca lo logramos.
Y no lo logramos porque es absolutamente imposible, ¿como explicar la magnificencia que nos embarga cuando el ser amado nos acaricia?, ¿como definir esa sensación que nos produce un simple mimo?, ¿como transmitir lo fácil que es hacer todo cuando se hace de a dos?...
No se puede, no existen palabras que definan lo que es sencillamente sublime, todo lo que podemos llegar a decir es que somos felices, aunque con ésto nadie llegue ni siquiera a imaginar lo que estamos viviendo, y lo que seguro debemos hacer es agradecer, siempre debemos ser agradecidos...
Por eso... gracias , gracias por el tierno despertar que me regalás cada mañana, gracias por el cálido abrazo con que cada noche me acompañás en el reparador descanso, gracias por las maravillosas cenas, por las risas cotidianas y por los incontables instantes de cosas sencillas compartidas cada día.
Gracias por acompañarme en el camino, por convertirte en mi faro, en la estrella que me guía y en el sol, que con su calidez alienta mi alma.
¿Y sabés que es lo más maravilloso?, ver que con el transcurrir de los días se van desvaneciendo, cada vez con más rapidez, los temores que nos embargaban al principio...
Cuando ayer me dijiste al oído que... nada ni nadie te separaría de mi, supe que era verdad, supe que lo sentías en el alma...y fue el más sublime regalo que podrías haberme hecho...
Se que nada es eterno, pero también se que esto no es improvisado, sino que por el contrario es el resultado de muchos años de encuentros y desencuentros, de aprendizajes compartidos, de crecer juntos...y nada que hayamos hechos con tanta dedicación, empeño y cariño puede ser efímero...así que amor, seguirás haciendo por mucho, mucho tiempo... mis amaneceres cálidos, mis días felices y mis noches un remanso de ternura y pasión entre tus brazos...
Mis queridos amigos, perdón por este de ausencia, jamás me olvido de todos ustedes, pero como ven, la vida me impuso otro ritmo y el amor es demandante, no por imposición, sino por necesidad de dedicarse.
De a poco iré regresando para seguir compartiendo lecciones de vida que otros comparten conmigo...
Nuestro camino...
De pronto la vida dejó de transcurrir, hizo un breack, un salto cuántico hacia el tiempo cósmico, dejó de ser lineal, el mundo se volvió universal, el cuerpo sólo un envase, la inconciencia se tornó conciente, comencé a saber, a descubrirme, a darme cuenta...
¿Cuando comenzó la metamorfosis?, no lo se, tal vez ayer, tal vez cuando el ángel desencarnó, quizás cuando te conocí, o a lo mejor fue al despertar a esta encarnación con el cronómetro ajustado al aprendizaje ya programado.
Pero bueno, el "cuando" no es relevante, me importa más el "como", las "circunstancias", la "sincronicidad".
Desde hace mucho me lo venís inculcando de sutiles maneras, me venís empujando a que descubra, a que investigue, razone y evalúe. Nunca me lo hiciste fácil y eso es sumamente sabio, como la mariposa que necesita salir sola de su capullo para fortalecerse por el esfuerzo y así poder volar.
El proceso de la duda fue lento y prolongado, pero por el contrario, el darme cuenta, el aceptar la realidad escondida tras el velo fue un flash, un súbito descubrir que poseía el don, ese del que tantas veces me hablaste y nunca terminaste de convencerme.
Entonces la pregunta fue ¿por que ahora?, y la respuesta automática y certera fue "porque ahora estoy listo", ahora tengo plena conciencia de lo que se trata, ahora sólo puedo utilizarlo bien, ya no hay riesgo de que haga un mal uso, sin dudas éste es el momento programado...
Sin dudas... cuan pocas veces usé esta expresión a lo largo de mi vida, una vida marcada por inseguridades, indesiciones, complejos, una vida muy ocupada en confirmar y corroborar y ahora de golpe ya todo es "sin dudas", todo son certezas y seguridad, por Dios que afortunado soy!!!. Si bien el camino recorrido fue largo y difícil, la plenitud y la paz que me embargan en este momento, diluyen absolutamente los sacrificios, luchas y sufrimientos vividos.
Pero esto no es el fin, es simplemente el comienzo, el inicio del verdadero camino, hasta ahora me empujaste y me guiaste, el sueño se cristalizó, me acompañas y te acompaño, me enseñás y aprendés, nuestros caminos al fin coincidieron y de ahora en más seguiremos creciendo y aprendiendo mutuamente, recibiendo luz pero sobre todo dándola, maravillándonos de las cosas más simples, disfrutando de instantes imborrables y surfeando juntos en esa sincronicidad que hace al equilibrio del universo que debemos recorrer...
Aprendiendo.
Hace 10 años